Me
levantas el vello solo de pensar en que existes,
al
imaginarme tu cara, el color de tus ojos o tu pelo.
Si
tengo lágrimas no te asustes, es solo la emoción,
las
ganas de abrazarte y de que me digas AJO por primera vez.
Ya solo
quiero que llegues, ya solo quiero conocerte,
y no
parar de llorar teniéndote en frente.
Para mi
serás como la lluvia,
como el
aire,
como
las estrellas,
el sol
y la noche.
Y nunca
perderás ese brillo que al crearte te dio tu mamá,
ahora
eres como una aceituna verde, que te quiero verde,
como el
color de sus ojos, con el brillo de sus rizos de oro.
Ella te
traerá a la vida entre dolores y gritos,
pero
cuando te vea entre sus brazos,
todo
será recordado como bonito.
Y ya
estarás entre nosotras,
mimado
y deseado como el mejor sueño.
Ya solo
quiero verte con los ojos cerrados,
y
esperar a que tus parpados nos reconozcan el color de la esperanza.
No
puedo decir que te quiero,
porque
ya lo he dicho muchas veces,
porque
el amor está prostituido.
Por ti
lo que siento es nuevo,
es un
temblor en el corazón que me hace susceptible a ser la persona más feliz del
mundo,
es un
sentimiento diferente.
Es algo
que duele por el miedo de que necesito que estés bien para respirar,
algo
que me da una alegría en el alma,
que no
sabía que existía.
Mi
sobrino nacerá en abril, honrando el mes que nació su abuela,
honrando
la llegada de la primavera, de una primavera que ya no existirá sin ti.
Deseando
que llegues,
Firma:
la tita más feliz del mundo
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